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Económica

Variedades de yuca se pierden por mercado y falta de tierras

febrero 12, 2022

La yuca está asociada con la dieta de los habitantes de San Cayetano. Fotos: Unimedios.


Redacción Portada


El hecho de no ser propietarios de la tierra y la demanda del mercado ha llevado a que se pierda la diversidad de yuca que se cultivaba y reconocía en el corregimiento de San Cayetano, en el municipio de San Juan de Nepomuceno, en los Montes de María, y pasar de más de 20 variedades a dos o tres.

“Solo tres campesinos aún conservan buena parte de esas variedades –uno de ellos tiene 10, otro tiene 8 y otro más, 5”, advierte el profesor Camilo Ernesto López Carrascal, director del grupo Manihot Biotec, del Departamento de Biología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), el cual realizó un estudio sobre las distintas variedades de yuca que existían en este territorio.

En la actualidad, la mayoría de los pequeños productores cultivan la variedad de yuca “venezolana”, lo que a su vez estaría mostrando la tendencia a un cultivo monovarietal en la zona.

Así lo evidenció el equipo investigador en un trabajo realizado conjuntamente con la comunidad de esta zona rural, con el fin de determinar el valor cultural de este cultivo en la zona, su uso en la gastronomía local y las razones por las cuales se han dejado de cultivar variedades tradicionales.

Según recuerda el profesor López, el grupo Manihot Biotec viene trabajando desde hace más de 15 años en la zona del Caribe, para identificar los factores genéticos moleculares responsables de la susceptibilidad o resistencia de las plantas a la bacteriosis vascular, una enfermedad causada por una bacteria.

Sin embargo, en los últimos años los investigadores buscaron acercarse más a la problemática social y económica alrededor del cultivo de esta planta y decidieron concentrarse en el corregimiento de San Cayetano, en donde trabajaron de la mano con la Asociación de Víctimas del Desplazamiento Forzado, liderado por Emiro Angulo, y la Asociación de Mujeres Productoras de Ñame y Yuca.

En ese proceso surgió la posibilidad de desarrollar un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencias, en el marco de la estrategia “Ideas para el Cambio”, para llevar soluciones a los problemas locales por medio de las nuevas tecnologías.

Fue así como plantearon un programa radial comunitario, alrededor de los usos y la diversidad de los cultivos de yuca, después de identificar la extinción de diferentes variedades de esta especie.

Para estos programas, que se llevaron a cabo con la fundación Acción Comunicar, se realizaron recorridos en el corregimiento, encuestas y entrevistas con pequeños productores, para conocer todas las variedades de yuca que existían en la región, cuenta Rubén Eduardo Mora Moreno, estudiante de doctora perteneciente al grupo de investigación y participante en este proyecto.

Como resultado de estos encuentros y de los testimonios locales, el grupo investigador encontró que en este territorio se llegaron a sembrar cerca de 25 variedades de yuca, algunas de las cuales se han podido conservar gracias al interés de tres campesino productores de la zona que son propietarios de sus predios.

En los demás casos, advierte el profesor López, los productores son arrendatarios de la tierra, de manera que no pueden guardar las semillas y solo pueden cultivar lo que más demanda el mercado y para la cual existe suficiente semilla, que es compartida entre los cultivadores.

Sobre la amplia diversidad que existía antes, los campesinos saben muy poco; solo se limitan a decir que la cultivaban por su sabor y porque combinaba muy bien con otros alimentos como el pescado o el cerdo. “Las variedades de yuca son vistas de manera global como parte de su dieta, pero ninguna en particular tiene alguna connotación o simbología especial”, menciona el estudiante Mora.

Sin embargo, los programas radiales abrieron un espacio comunitario para aprender sobre este cultivo, las recetas tradicionales o platos típicos –como la chicha y la torta de yuca– que mucha gente de la región desconoce. Así se sabe, por ejemplo, que hoy se produce harina para elaborar productos como brownies, lasañas y pizzas.

“El mercado de la harina se basa en la variedad venezolana, entonces el campesino prefiere asegurar la producción con un precio aceptable”, subraya el profesor López

El micrófono de la radio también sirvió para hablar de las dificultades de los campesinos por no ser propietarios de sus tierras, porque la pérdida de diversidad de los cultivos se asocia mucho con este problema que también influye en el desplazamiento de los jóvenes, que se van a la ciudad a buscar mejores oportunidades económicas.

“Aunque este proyecto estaba contemplado a un año, se prorrogó por seis meses más debido a la pandemia”, señala el docente de la UNAL, y agrega que “el grupo de investigación sigue trabajando en otros aspectos del cultivo de yuca”.

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